Correr, copiar, pegar y todo es disfrutar

     Dicen que el ser humano tarda tan sólo unos microsegundos en enamorarse. Unas complejas y extraordinariamente rápidas reacciones químicas producen la dopamina necesaria para tal fin. Lo sé por experiencia propia, ya me ha pasado dos veces: La primera vez me ocurrió con la que hoy por hoy me aguanta las manías y los despertares malhumorados y la segunda cuando vi por la tele al tío de Bricomanía®.

     Y es que no consigo desengancharme de BricoManía®, y lo peor es que ni siquiera sé porqué. Ni me gusta el bricolaje ni es de lejos uno de mis hobbies favoritos. Quizá sean los ojazos claros que Kristian Pielhoff se gasta o esa pinta de borroka trasnochado con barba de varios días, pelazo largo y pendientes de aro, o será que cada vez que abre la boca me recuerda constantemente a uno de mis programas favoritos:



     El caso es que cada vez que estoy en casa y lo veo de refilón, no puedo evitar tragármelo enterito (mentes calenturientas absténganse de pensar en este momento). Ahora, si entretenidos eran los capítulos de Bricomanía, mucho más lo eran sus parodias:

     La verdad es que en Youtube puedes encontrar casi de todo. Desde un anormal fabricando Napalm hasta los videotutoriales más pintureros de Photoshop®. En concreto yo iba buscando uno que me permitiera tener esta foto, a la que he llamado cariñosamente "Entrada triunfal a Meta en la Maratón de Madrid 2013 por debajo de las cuatro horas sin marcas de agua" (sí, poner nombres nunca fueron lo mio, elpalitogratuito...). Y vaya si lo encontré:
Entrada triunfal a Meta en la Maratón de Madrid 2013 por debajo de las cuatro horas sin marcas de agua
Entrada triunfal a Meta en la Maratón de Madrid 2013 por debajo de las cuatro horas sin marcas de agua
Estos fueron los pasos para conseguirla:
  1. Búscate una afición que te haga gastarte 130€ en unas zapatillas y que sea lo bastante dolorosa para machacar tus rodillas. Algunos lo llaman simplemente "correr". Otros dicen que Correr es de cobardes.
  2. Cuando hayas corrido varios diez miles y varias medias maratones, ponte a entrenar como un salvaje durante unos 4 meses previos a la Maratón. 
  3. Dejaos aconsejar por gente más experta que vosotros durante el entrenamiento.
  4. El día de la carrera no podía ser más simple. Disfrutad del dolor de vuestras rodillas y el cansancio extremo que os supondrán los 42 km. 
  5. Los últimos 195 metros, esos ya son otra cosa. Ahí sí que SE DISFRUTA. Dejaos querer. Mirad hacia los lados y sentir el cariño y los aplausos de los madrileños que se agolpan en esa parte del recorrido, poned cara de satisfacción plena y cruzar la meta.
  6. Días después, comprobar que hay una empresa, llamada marathonfoto, que te ha estado haciendo fotos durante todo el recorrido (lo ha hecho con todos los corredores. No os sintáis especiales, que no lo sois) y que pretende cobrarte casi 25 eurazos por cada foto. O, en su defecto, que aprovechéis la "oferta" de todas las fotos en un CD por 60 eurazos. Para evitar que las podáis descargar les ha puesto unas preciosas marcas de agua (unas móviles y otra fija).
  7. ¡Indignaos! Y poneos a maquinar...
  8. Enteraos por un video tutorial que, las marcas de agua móviles, se pueden eliminar tal y como se eliminan indeseables haciendo varias fotos a un mismo escenario y que las fijas se pueden eliminar también con un poco de paciencia y el tampón de clonar (eso sí, con una música horrorosa, por cierto).
  9. Echadle unos minutos y dejar la foto lista para revelar en una calidad bastante decente:


Fácil, sencillo y para toda la familia oiga!

Palabra de Menda.