De ofendidos están las redes llenas

 «La confianza da asco» 
«Internet favorece el anonimato»
«No tengo un smartphone (soy un triste)»
   
     Habremos escuchado esas frases millones de veces (y lo que te rondaré morena). La cosa cambia sustancialmente cuando, ni hay confianza, ni se da asco, ni se abusa del anonimato y que ya casi todo quisqui tiene un móvil chulo. Bienvenidos al Siglo XXI, y a sus Redes Sociales -a partir de ahora me referiré a dos grandes: Twitter o Facebook-.

     A menos que nos dediquemos a crear perfiles falsos con intención de suplantar la identidad de una persona/empresa, no es una actividad ilícita ni delictiva tener una cuenta en una red social. Hay perfiles de lo más cómicos y del todo ingeniosos, pero creo que nadie en su sano juicio daría (o debiera darle) credibilidad ni importancia alguna a estas cuentas.

Ola Ke Ase
Trabaja o ke ase

     Lo que suele hacer el personal es crearse una cuenta con su nombre o apodo, usar una foto suya o de su gato y una breve descripción de la cuenta. Hasta aquí todo normal.

     Si algo bueno tiene Twitter es la cercanía que ofrece con respecto a TODO lo que se ha visto hasta ahora. Ya no sólo hablamos de una superestrella del petardeo de la canción que, sin escribir apenas cuenta con más de 7 millones de seguidores (incondicionales, sin duda), si no también de los políticos, periodistas, pornstars, cocineros de turno...  Básicamente cualquier persona, ¡incluso el Papa! tienen una cuenta.

Habemus Twitter
Habemus Twitter

     Si hay algo incluso mejor que el localizar alguien que te interesa y poder preguntarle cualquier cosa que te venga a la cabeza es que, además, te conteste. Twitter (y facebook...) está plagado de gente majísima. También pulula gente majísima que a veces se vuelve loca, pero también tenemos cabida los desequilibrados, que algunas veces nos comportamos como si fuéramos muy majos y luego como los c*br*n*s de mucho cuidado que somos.

     ¿Qué le vamos a hacer? Somos de naturaleza malvada. Ser malo es divertido, pero no siempre bien recibido. Los que ya son duchos en esto, no contestan, o lo hacen de manera correctísima. Es casi mejor pensar hacia uno mismo la poca gracia que tiene el g*l*p*ll*s de turno que alimentar a la bestia y permitir una nueva réplica dolorosa que deje evidencia lo estúpidos que somos y el poco sentido del humor que tenemos.

     He aquí un par de ejemplos de lo que hace la gente normal, extraídos de mi sección Haciendo Amigos®:

Baila el Chiky-Chiky, baila el Chiky-Chiky...
Baila el Chiky-Chiky, baila el Chiky-Chiky...

La Elegancia personificada en este cuerpo de runner:
Calladito se está más bonito


      y eso que parece que Odriozola tiene motivos para estar calladito...

     Y esto siguiente es lo que hay que evitar, señores/as. No vayamos de superdignos ni de superofendidos:

El Palito Gratuito ;)

Palabra de Menda.



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