La homeopatía, ¡vaya timo!

     Preparad un café. No hace falta que sea de Colombia, vale el del Carrefour Mercadona. Coged un cuentagotas. Diluid una gota de ese café y algo de azúcar en un litro de agua y agitad la mezcla. Volved a coger una gota de la mezcla y volved a diluir en otro litro de agua con azúcar. Así cientos de veces. Servíos una taza de la mezcla. Probablemente sepa mejor que el café del vending de la oficina. Raro sería que supiera a algo distinto que no fuera agua azucarada, ¿verdad? ¿Creéis que esa mezcla os ayudaría a combatir el insomnio? No se podría ser tan necio, ¿no? Entonces, ¿por qué se cree en la Homeopatía?

     La RAE -cuya web nunca había consultado tanto como en los últimos meses- define la homeopatía como el "Sistema curativo que aplica a las enfermedades, en dosis mínimas, las mismas sustancias que, en mayores cantidades, producirían al hombre sano síntomas iguales o parecidos a los que se trata de combatir."

     A mi, personalmente, llamarlo sistema curativo ya me sorprende y molesta. Y eso que no soy más que un simple informático; no soy médico, aunque mi padre insistiera durante mi infancia en que me convirtiera en uno. Lástima que mi cabezonería y mis pocas ganas de estudiar hayan impedido que trabaje enfundado en una bata blanca. Aunque siempre me podría abrir una churrería...

     Aquí se conoce como sistema métrico aquel que se utiliza para medir, habiendo probado su eficacia  y precisión con el paso del tiempo. Lo mismo ocurre con el sistema solar, cuya existencia se ha demostrado por medio de infinitos experimentos. Enumeraríamos el sistema nervioso, el sistema linfático, el sistema circulatorio... Alguien tan osado como Bill Gates incluso define algo como Windows® como un Sistema Operativo. Todos y cada uno de ellos basados en el conocimiento y probada utilidad, pero, ¿qué nos ha enseñado la Homeopatía, aparte ser un próspero y lucrativo negocio? Pues, que se puede distinguir un ciudadano ingenuo de otro que no lo es.

Bill Gates!
Bill Gates!

     No estoy de acuerdo con la RAE (para variar). La Homeopatía es una patraña. Ni es sistemática  ni curativa. "Es que a mi el Gelsemium sempervirens me ayuda a dormir." Oiga, no le provocará insomnio, pero ayudarle, ayudarle, tampoco le ayudará. Sino mire el prospecto, a ver cuál es su composición. Ah, que no viene... Y es que este es uno de los grandes timos de la Homeopatía, que ni siquiera te cuentan lo que llevan, para que no te sientas tan estúpido al para pagar 50 eurazos por una caja de gominolas. Y es que es imposible su primera premisa, esa de que lo igual cura lo igual. Entonces, ¿cuál sería el mejor remedio contra la gonorrea, irse de picos pardos sin condones?

     ¿Qué ocurre si me tomo una caja entera de tranquilizantes? Pues te pasa lo que a Michael Jackson, que al día siguiente no criticas con los colegas en el bar el nefasto Mundial que nos hemos marcado en Brasil, pero, ¿ocurre algo si te tomas un trozo de un tranquilizante diluido en una piscina de agua? Probablemente no, aparte de unas ganas increíbles de orinar.

     Tampoco consiento que se le llame "Medicina Alternativa". No sea usté bromista, al igual que no hay una "Arquitectura Alternativa" que se dedique a construir de otra forma puentes y carreteras por las que circulemos con nuestros vehículos, tomarle el pelo al ingenuo no debería considerarse sanarle.

     Y no es que me sitúe a favor de las farmacéuticas, que también tienen lo suyo y puede que le dedique un "palito" en el futuro, pero al menos invierten lo suyo en investigación. Nadie negará que se gastan una millonada en experimentos. A veces incluso sin animales. La mayor inversión que se les conoce a los de los timos homeopáticos es en licencias de photoshop y en diseño de sus preciosas cajitas, porque, investigación y pruebas que demuestren su eficacia, como lo hacen los medicamentos de verdad, no parecen gastarse ni un duro.

     De las cosas más graciosas que promulgan los homeópatas es que el agua tiene memoria. ¡Tócate los cojones Mari Loles! O sea, que la que tuvo, retuvo.

     Si yo me bajo a la piscina de la urbanización y me hago pis -cosa que nunca ha pasado-, cuando vuelvo a casa y cojo un vaso de agua del grifo ¿el agua se habrá quedado con mi chorra cara y me sabrá a pis, para que otro día me lo piense dos veces? Venga hombre. Lo mismo pasaría con las estaciones potabilizadoras en ese caso, estamos perdiendo millones de € cuando realmente nos estamos bebiendo nuestras propias heces. Y no hablemos de pedir en un restaurante una carísima botella de agua noruega: "Está que te cagas", decían los clientes.

Estación potabilizadora
Potabilizar el agua: ¡Vaya timo!

     Otro de los argumentos a favor es el: "A mi me funciona". Pero que mi vecino me diga que a él le funciona algo no le otorga valor universal. Y es que está más que demostrado que la Homeopatía no pasa del efecto placebo. Y todos sabemos que cuando algo es considerado placebo pierde eficacia. Nada mejor en este caso que un doble ciego y se estarán acercando a la objetividad y rigor científicos necesarios para hacer una afirmación tal.

     No me extenderé mucho más. Adjunto os enlazo uno de los mejores documentales sobre el timo homeopático que he encontrado. Extraído de la serie "Escépticos" de Luis Alfonso Gámez


     Pero, ojito, tómense en serio a la Homeopatía. ¿Saben cuántas farmacias hay en España? 21.458, en cifras del Colegio de Farmacéuticos del año 2012. ¿Saben cuántas venden productos homeopáticos? Todas, menos una, la Farmacia Rialto, en Gran Vía. Y es que no tiene sentido que gente con una educación superior basada en la Ciencia venda homeopatía. ¿Por qué no venden estampitas de santos con un rezo para bajar el colesterol, en vez de recetar Danacol (o dieta sana, en su defecto)? Money, money, claro. Y es que ya saben que en este país eso de "maricón el último" nos lo tomamos al pie de la letra.

    ¿Saben qué me fastidia, y mucho? Pues que uno de los mayores productores mundiales de guarradas homeopáticas sea una empresa francesa llamada Boiron. Jodidos gabachos. Nunca fueron de fiar.

   Lean, lean. Puede que no recordemos mucho de las clases de Ciencias, pero espero que todavía sepamos cómo se unían sílabas para entender una frase: La Homeopatía ¡vaya timo!

    Lo realmente peligroso es lo que le pasó a un tipo que demostró ser tan listo y visionario como Steve Jobs, el fundador de Apple. Y es que parece que el señor Jobs en vez de intentar curarse un cáncer de páncreas con cirugía y quimioterapia lo intentó a base de zumo de mango. Para mango la cara que se le tuvo que quedar al final. Descanse en paz, genio.

   Háganme caso. No dejen de visitar a su médico y seguir sus pautas de medicación. Luego ya, si aparte les sobra dinerito y lo quieren gastar en gominolas, acupuntura, bayas de goji o preguntarle a Sandro Rey, háganlo, pero sólo si realmente les funciona.

Palabra de Menda.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Espero tu comentario!